3 de febrero de 2008

Papel de la efermería en la vigilancia del tratamiento con psicofármacos

1. El enfermero explicará al paciente la necesidad del tratamiento, su naturaleza y sus modalidades. De esta forma obtendremos del paciente la mejor cooperación posible.
2. El enfermero vigilará estrechamente las dosis y las tomas de medicación.
3. Se asegurará que el enfermo toma sus medicamentos. En función de la eficacia obtenida y en razón a la aparición de posibles efectos secundarios, es siempre necesario ajustar las dosis. Es preciso pues, estar seguro de que las dosis anteriormente administradas han sido absorbidas.
4. Pulso, presión arterial y temperatura se tomarán todos los días dos veces anotando las curvas en la gráfica.
5. Para apreciar los efectos del tratamiento, es fundamental la observación continuada de enfermería. Cualquier modificación del comportamiento del paciente así como la aparición de posibles efectos adversos se anotarán en la Historia de Enfermería.
6. Debe de advertirse al enfermo la posibilidad de la aparición de efectos secundarios indeseables y se vigilará la aparición de los mismos.
7. Si esto ocurre, el enfermero tiene un papel de apoyo psicológico muy importante de cara al enfermo pudiéndole ayudar a soportar los malestares provocados por el tratamiento.
8. De manera general, la vigilancia del enfermero permite:Apreciar y evaluar la eficacia del tratamiento.
Ajustar las dosis en función de la evolución, con el fin de evitar una dosificación insuficiente o muy elevada.
Evitar interrupciones muy precoces del tratamiento o su prolongación innecesaria.
9.Cada psicofármaco exige una dosis diaria media. Pero las dosis eficaces varían según cada enfermo y el tratamiento medicamentoso no es plenamente eficaz hasta que las dosis estén individualmente adaptadas.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buena esta aportación, que facilita el trabajo de la enfermera en una institución de salud mental.

Unknown dijo...

El papel del enfermero en la administración de los psicofarmacos al paciente es de vital importancia.
De él depende la evolución satisfactoria de la curación del padecimiento.
La puntualidad al dar las dosis, la certeza de la ingesta del fármaco así como el registro de los efectos, recaen en el profesional de enfermería