9 de febrero de 2008

Reconocimiento de los problemas de salud mental en niños y adolescentes

De ordinario, los padres son los primeros en darse cuenta de que su hijo tiene un problema. Pero aún así, puede ser difícil y doloroso tomar la decisión de solicitar ayuda profesional. Puede ser interesante hablar con el médico del niño, con sus profesores y otros adultos que le conozcan bien. Esto puede ayudar a resolver los problemas. Si el niño presenta una combinación de algunos de los signos siguientes, puede que sea necesario preguntar al médico si sería de utilidad una evaluación psiquiátrica.

Niños pequeños


Acentuado descenso del rendimiento escolar.
Malas notas en el colegio pese a que realmente lo intenta mucho.
Preocupación o ansiedad marcada (manifestada por la negativa sistemática de ir al colegio, a la cama o tomar parte en las actividades normales de su edad).
Hiperactividad; inquietud; movimiento constante, más allá de los juegos normales.
Pesadillas persistentes.
Desobediencia o agresividad persistentes (durante más de 6 meses) y una oposición provocativa a las figuras de autoridad.
Berrinches frecuentes e inexplicables.

Pre-adolescentes y adolescentes


Cambio marcado en el rendimiento escolar.
Incapacidad para enfrentarse a los problemas y actividades diarios.
Cambios marcados en sus hábitos para dormir y/o alimentarse.
Numerosas quejas físicas.
Actuar impulsado por su sexualidad.
Depresión (manifestada por un ininterrumpido humor negativo, acompañado a menudo por la falta de apetito, dificultades para conciliar el sueño o pensamientos sobre la muerte).
Abuso del alcohol y/o las drogas.
Miedo intenso a engordar, sin que haya relación con su peso corporal, por lo que vomitan o comen demasiado poco.
Pesadillas persistentes.
Amenazas de autodañarse o de causar daños a otros.
Autolesiones o comportamiento autodestructivo.
Arrebatos frecuentes de cólera o agresividad.
Amenazas de escaparse.
Violación continua de los derechos de otras personas, con o sin agresividad; oposición a la autoridad, hurtos o vandalismo.
Pensamientos o sentimientos extraños; y comportamiento fuera de lo normal.

Si los problemas continúan durante un período prolongado de tiempo y, especialmente si afectan a otras personas relacionadas con la vida del niño, podría ser útil hablar con un médico especializado en el trabajo con niños.

No hay comentarios: